En la última década, la academia no sólo canadiense, sino norteamericana en general, ha experimentado cambios considerables en sus departamentos de lengua y literatura. Como parte del curriculum en Humanidades, departamentos o programas como el de español, lejos de continuar una línea de crecimiento marcada en las dos décadas anteriores han comenzado a debilitarse, en algunos casos, muy considerablemente. En el panel que se propone nuestro deseo es el de reflexionar, a partir de nuestras particulares experiencias, sobre las circunstancias que vivimos en el presente dentro de nuestras correspondientes disciplinas e instituciones. Se quiere abrir un debate que exponga los factores que han propiciado la debilitación de nuestros programas y que se aventure sobre posibles medidas que puedan paliar las presentes circunstancias. Quiero también aportar en este diálogo la nuestra. A partir de este enero del 2019, nuestro nuevo departamento de Languages and World Literatures en UBC Okanagan ha comenzado a ofrecer cursos de gran alcance en lenguas y literaturas dentro de una perspectiva global. Desde su concepción, el departamento ha buscado impulsar una nueva visión académica sobre las humanidades en el Okanagan. Su objetivo es integrar el estudio del lenguaje y la literatura desde una perspectiva amplia, entendiéndolas como esfuerzos inherentemente humanos que cruzan el tiempo y las fronteras nacionales. Esta no es una tarea fácil, dado que el departamento ingresa a un mercado académico en un momento en que las áreas temáticas de humanidades se enfrentan a una disminución de la matrícula en América del Norte. Sin embargo, aquí es precisamente donde el departamento emergente ve la mayor promesa. Los análisis de los patrones de matriculación de estudiantes durante la última década indican que los estudiantes no están tan interesados en estudiar las tradiciones literarias nacionales únicas en el idioma original como lo fueron antes.
